Microgastos, desde el franelero hasta el antojo
Los microgastos, al parecer, son inevitables. Para que no descompensen tu presupuesto, anótalos como un nuevo gasto.
Intro: Tenemos gastos muy bien identificados. Cada mes anotamos lo que vamos a pagar: como el auto, la renta del departamento, el aproximado del súper, colegiatura, agua luz, gasolina, etcétera, pero casi nunca consideramos los microgastos.
Cuando tenemos una vida activa: trabajamos, estudiamos, es decir, tenemos que desempeñarnos en una oficina o comercio, y estamos expuestos a cubrir los microgastos pero ¿qué importancia tienen estos pequeños gastos que no consideramos en nuestro presupuesto formal?
Ésta es una relación de algunos:
- Estacionamiento: El precio de la hora de estacionamiento, más o menos, va de los 20 a los 25 pesos. Si acudes una vez a la semana a un estacionamiento público, significaría: 80 pesos aproximadamente.
- Franelero: Si no tienes la fortuna de tener un estacionamiento en tu empresa, deberás apalabrarte con el franelero de la cuadra y serían, más o menos, 100 pesos semanales.
- Café: Es indispensable, pero si lo acostumbras diariamente, podría significar un gasto de entre 30 a 60 pesos y, al mes, invertirías 500 pesos promedio.
- El limpiaparabrisas: No te salvas si te sorprenden: esto pasa unas tres veces a la semana y 5 pesos sería lo que normalmente pagarías por dejar tu parabrisas más o menos limpio
- La propina:
- Gasolinera, dos veces al mes (10 pesos), es decir, al mes 20 pesos.
- Cafetería, si no quieres un café desabrido, 10 pesos sería la propina adecuada, por 20 días, 200 pesos.
- A la hora de comer no te salvas y es bueno apoyar a tu mesero preferido. Si no es en un restaurante muy formal, podrías pagar entre 15 y 20 pesos.
Todavía hay más, pero vamos a sumar solamente estos:
Estacionamiento 80, franelero 400, café 500, limpiaparabrisas 60, propinas 520.
Total mensual: 1,560.
¿Los habías considerado? Ahora multiplícalo por 12 meses: serían 18 o 20,000 pesos que, en algunos casos, significan un mes de sueldo.
Los microgastos, al parecer, son inevitables, pero para no descompensar tu presupuesto, anótalos como un nuevo gasto y suerte con los franeleros…